Alquiler de temporada: Guía completa para propietarios

¿Qué es el alquiler de temporada?

El alquiler de temporada es una modalidad específica de arrendamiento donde la vivienda no se destina a residencia habitual del inquilino, sino que responde a necesidades temporales específicas. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), estos contratos se celebran para cubrir necesidades concretas como actividades profesionales, educativas, culturales o recreativas. GuestReady ofrece servicios especializados que facilitan la gestión de este tipo de alquiler, brindando apoyo en todo el proceso para optimizar la experiencia tanto del propietario como del inquilino.


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La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece el marco fundamental para el alquiler de temporada en España. El Artículo 3 define específicamente esta modalidad de arrendamiento, distinguiéndola claramente de otras formas de alquiler. Según este artículo, se consideran arrendamientos de temporada aquellos celebrados para una actividad industrial, comercial, artesanal, profesional, recreativa, asistencial, cultural o docente, independientemente de quienes sean las partes contratantes.

La LAU otorga una flexibilidad significativa a través del Artículo 4.3, que establece la libertad de pactos entre las partes. Esto permite que arrendador y arrendatario acuerden condiciones específicas adaptadas a sus necesidades, siempre que no contravengan las normas imperativas de la ley. Esta libertad contractual es especialmente relevante en aspectos como la duración del contrato y las condiciones de uso.

En cuanto a las garantías económicas, el Artículo 36.6 regula la fianza obligatoria, estableciendo un depósito equivalente a dos mensualidades de renta. Este requisito es imperativo y no puede ser obviado por acuerdo entre las partes, aunque sí pueden pactarse garantías adicionales.

El Código Civil complementa este marco legal a través de sus Artículos 1542-1582, que establecen las bases generales del contrato de arrendamiento. En particular, el Artículo 1555 detalla las obligaciones fundamentales del arrendatario, incluyendo:

  • El pago puntual de la renta acordada
  • El uso diligente del inmueble según el fin establecido
  • La devolución de la propiedad en el estado en que se recibió

Por su parte, el Artículo 1554 establece las obligaciones del arrendador:

  • Entregar la finca en estado de servir al uso convenido
  • Realizar las reparaciones necesarias
  • Mantener al arrendatario en el goce pacífico del arrendamiento

Regulaciones por comunidades autónomas

– Barcelona

La regulación del alquiler de temporada en Cataluña presenta particularidades significativas bajo la Ley 29/1994, modificada por el Decreto Ley 7/2019. Esta normativa establece una clara distinción entre el alquiler de temporada y otras modalidades de arrendamiento, especialmente el turístico.

El registro en el Registro de la Propiedad, aunque no es obligatorio, ofrece mayor seguridad jurídica para ambas partes. Este registro permite establecer la naturaleza temporal del contrato frente a terceros y facilita la resolución de posibles conflictos futuros.

Para operar legalmente, la vivienda debe contar con el certificado de habitabilidad vigente, documento que garantiza que el inmueble cumple con las condiciones mínimas de habitabilidad establecidas por la Generalitat. Este certificado debe renovarse periódicamente y su ausencia puede invalidar el contrato.

La cédula de habitabilidad actualizada complementa estos requisitos, certificando específicamente que la vivienda cumple con los estándares técnicos y de calidad necesarios para su uso residencial temporal.

– Madrid

La legislación madrileña, a través de la Ley 1/2020 de la Comunidad de Madrid, establece un marco regulatorio que simplifica la gestión del alquiler de temporada en comparación con el alquiler turístico. A diferencia de este último, el alquiler de temporada no requiere una licencia turística específica, lo que facilita su implementación.

La normativa exige la presentación de una ITE (Inspección Técnica de Edificios) favorable, que debe realizarse cada diez años. Este documento certifica el estado estructural del edificio y sus instalaciones, garantizando la seguridad de los inquilinos temporales.

El certificado energético, obligatorio desde 2013, debe estar registrado ante la Comunidad de Madrid. Este documento no solo cumple una función legal sino que también proporciona información valiosa sobre la eficiencia energética del inmueble, factor cada vez más valorado por los inquilinos.

Un aspecto crucial es el seguro de responsabilidad civil, que debe cubrir potenciales daños a terceros. La póliza debe adaptarse específicamente al uso temporal de la vivienda, con coberturas distintas a las de un seguro de hogar tradicional.

– Málaga

El marco regulatorio andaluz, establecido por el Decreto 28/2016, hace especial hincapié en diferenciar el alquiler de temporada de las Viviendas con Fines Turísticos (VFT). Esta distinción resulta fundamental en ciudades como Málaga, donde el turismo tiene un peso significativo.

El libro de inspección de vivienda, aunque no es obligatorio para alquileres de temporada, se recomienda como herramienta de gestión. Este documento permite registrar inspecciones, mantenimientos y posibles incidencias, facilitando la gestión profesional del inmueble.

Las hojas de reclamaciones, si bien no son obligatorias como en el alquiler turístico, representan una buena práctica que demuestra profesionalidad y compromiso con la calidad del servicio. Su disponibilidad puede prevenir conflictos y facilitar su resolución.

El plan de emergencia y evacuación debe adaptarse a las características específicas del inmueble y su uso temporal. Este documento debe incluir planos de evacuación, puntos de encuentro y procedimientos de emergencia claramente definidos.

– Valencia

La normativa valenciana, bajo la Ley 15/2018 de turismo, ocio y hospitalidad, establece un marco diferenciado para el alquiler de temporada. A diferencia del alquiler turístico, esta modalidad mantiene mayor flexibilidad en sus requisitos administrativos.

La licencia de segunda ocupación, documento obligatorio para cualquier vivienda en alquiler en la Comunidad Valenciana, debe renovarse cada 10 años o cuando se produzcan modificaciones sustanciales en el inmueble. Este documento certifica que la vivienda mantiene las condiciones de habitabilidad necesarias.

El certificado de empresa fumigadora, aunque no es específico del alquiler de temporada, resulta obligatorio para garantizar las condiciones higiénico-sanitarias del inmueble. Debe renovarse anualmente y especificar los tratamientos realizados.

El seguro específico de responsabilidad civil en Valencia debe adaptarse a las peculiaridades del alquiler de temporada. Las pólizas deben cubrir tanto daños materiales como personales, con coberturas adaptadas al uso temporal de la vivienda.


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Distinción entre alquiler de temporada y alquiler turístico

La distinción entre el alquiler de temporada y el alquiler turístico va más allá de simples diferencias administrativas. Mientras que el alquiler turístico está diseñado para estancias vacacionales cortas, el alquiler de temporada responde a necesidades específicas y justificadas de vivienda temporal.

Desde el punto de vista regulatorio, el alquiler de temporada se rige por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), lo que implica una mayor flexibilidad en su gestión y requisitos menos estrictos que el alquiler turístico. Este último está sujeto a normativas turísticas autonómicas que exigen licencias específicas, registros oficiales y cumplimiento de estándares hoteleros.

En términos prácticos, un alquiler de temporada no requiere licencia turística, lo que simplifica significativamente su implementación. Sin embargo, esto no significa que esté exento de obligaciones legales. El propietario debe poder demostrar que el arrendamiento responde a una necesidad temporal específica del inquilino, como un contrato laboral, un curso académico o un proyecto concreto.

La duración del contrato representa otra diferencia fundamental. Mientras que el alquiler turístico se mide típicamente en días o semanas, el alquiler de temporada se extiende por períodos más largos, determinados por la actividad que lo justifica. Esta tabla ilustra las diferencias principales:

Diferencias - Alquiler de temporada

Estrategias de rentabilidad

Para maximizar la rentabilidad en el alquiler de temporada, se recomienda adoptar una estrategia de precios estable y moderada, en lugar de fluctuaciones diarias. Puedes ofrecer precios con descuentos por estancias más largas (por ejemplo, de tres a seis meses) o adaptar tarifas según temporadas de alta y baja demanda, manteniendo flexibilidad sin caer en cambios diarios.

Los servicios adicionales también pueden representar una fuente de ingresos, como la limpieza mensual adicional, aunque es menos frecuente en este tipo de alquiler que en el vacacional. Estos servicios deben adaptarse a las necesidades de los inquilinos de temporada, brindando opciones adicionales como limpieza y mantenimiento ocasional, lo cual mejora la satisfacción de los huéspedes y facilita recomendaciones.


Gestión profesional de GuestReady

El éxito en el alquiler de temporada requiere una combinación de preparación adecuada, gestión eficiente y adaptación a las condiciones del mercado. La profesionalización del servicio, a través de una gestión profesional como la que ofrece GuestReady, es clave para maximizar el potencial de cada propiedad y asegurar una experiencia satisfactoria para los inquilinos temporales. Con GuestReady, los propietarios se benefician de una gestión integral que cubre todos los aspectos del alquiler, desde la fijación de precios hasta el mantenimiento y la atención al cliente.

La gestión profesional de GuestReady incluye:

  • Optimización de precios basada en la demanda de mercado, duración de la estancia y características de cada temporada.
  • Gestión integral de reservas y comunicación con inquilinos para garantizar una experiencia fluida, profesional y personalizada.
  • Cumplimiento normativo en cada región, ayudando a los propietarios a cumplir con los requisitos legales de alquiler de temporada.
  • Mantenimiento preventivo y limpieza profesional que asegura que la propiedad esté siempre en condiciones óptimas para los inquilinos de temporada.

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